Nuestra Historia
Todo empezó en una pequeña aldea de Lugo, Reascos. En esta diminuta población de tan sólo 25 habitantes, cercana a Portomarín, nació en 1947 Marcial. Siendo el pequeño de 4 hermanos, a los 18 años Marcial emprende su aventura hacia Madrid. Junto con su hermano y socio, Paco, abren con mucho entusiasmo e ilusión un minúsculo mesón ubicado en el barrio de Lavapiés, el Bar Jamón.
Hacia 1968, dejando atrás el Bar Jamón, continúan su andadura con la apertura de O´Pazo de Lugo, logrando ser referente en la gastronomía gallega en Madrid. Allí, Marcial y Paco se dedicaron en cuerpo y alma a su proyecto. Además de compartir su sueño empresarial, se enamoraron de dos hermanas de su pequeña aldea, Carmen y Pilar. Los viajes relámpago para visitar a sus amadas fueron posibles gracias al apoyo y compañerismo que siempre han tenido los hermanos entre sí, y por supuesto, a la fortaleza de su amor.
Con el paso de los años Marcial abre El Chacón, y Paco El Portomarín. El Chacón se convierte en su proyecto de vida, un miembro más de la familia que forman Marcial y Carmen. Día tras día se ganaba su espacio y preferencia en el paladar de los leales comensales. Hoy, con 73 años, Marcial sigue al pie del cañón tras la barra, pues podríamos decir que es su lugar preferido en el mundo.
Pero… ¿qué es El Chacón? El Chacón es un referente en la gastronomía más auténtica de la capital. El Chacón es como los buenos vinos, un proyecto que va mejorando con los años. Quien conozca el Chacón desde su apertura, allá por febrero de 1977, hace nada menos que 43 años, sabrá que muy pocas cosas han cambiado. Los mismos platos, los mismos proveedores, el mismo entusiasmo… ¡y las mismas peculiaridades! No, el Chacón no pierde su esencia, en el Chacón no se sirve ni postre ni café, en el Chacón no se deja a nadie sin comer.
Por el Chacón han pasado auténticos iconos de la hostelería. Personas que han contribuido a hacer del Chacón lo que es y siempre ha sido, un mesón conocido en todo el mundo y auténtico como el primer día. Lo que diferencia al Chacón es precisamente eso, haber sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin cambiar su esencia.
En el Chacón siempre hay lugar para degustar sus exquisiteces. Probablemente el mejor pulpo de Madrid se sirva en este pequeño mesón. Pimientos de Padrón fritos en aceite de oliva virgen extra; lacón con grelos traídos a diario desde Galicia; Codillo completo con el mejor chorizo casero y cachelos de las mejores huertas; empanada de lacón hecha en el día… Todo bañado con el mejor ribeiro casero, con el que miles, quizás millones de personas, han vuelto a casa más alegres de lo habitual.
El Chacón, hoy y siempre, es un referente en la cultura de mesón más arraigada de la capital. No cuenta con una variada carta, porque se centra en lo que mejor sabe hacer, y así, sus platos son un indiscutible referente gastronómico.